jueves, abril 10, 2008

Tantos humanos y tan poco Tiempo (Balaceras en mis Neuronas)




Y ahi tienes, no siempre me ando alejando de todo, cuando no cuento mis dedos desnudos para no encontralos, recorro entre empleadas de cafes y restaurantes la insaceable mirada de los otros con matices algos absurdos , encontrando antinogmias en ellas como ya Kierkegaard las descubrio, me reconosco en cada silbido, susurro, suspiro que existe en esta ciudad, añoro las lluvias de medianoche que me acompañaron inalcansables sueños y quimeras, las voces han vuelto nuevamente, me llaman siempre desde atras,... al dar vuelta, se ocultan en las sombras de la oscuridad, no les temo, mas bien no las quiero nuevamente en mis vidas, pero siempre se ven en el reflejo de mi cansada mirada,... (continuara)
Parte II.-
Los ojos enrojecidos, que nublan mi realidad ya no me deja pensar claramente, o tal vez nunca pense claramente, queriendo sentir,que todos tenemos un papel en la vida, pero QUIEN SE QUEDO CON EL MIO...

No hay sino un problema filosófico realmente serio: el suicidio.

Por Favor solo jalen el gatillo...


Del esfuerzo inútil e incesante del hombre moderno, que consume su vida en fábricas y oficinas sórdidas y deshumanizadas, es aquél que se muestra perpetuamente consciente de la completa inutilidad de su vida. El hombre nace y luego muere, y en el transcurso su mente juega con una pregunta de gran sentido filosófico, creadora y sublime. ¿Cuál es el propósito de la vida?, es la pregunta acerca del significado de la existencia, aquella que lucha por conocer para que se nace y se vive, el Sujeto nace y es proyectado hacia la muerte, esa es la única opción viable que se le presenta, todas sus esperanzas y sueños y planes a futuro no son validos, porque no son seguros, lo único constante es la muerte, ese es el numen, la clave de estar y de ser. No hay más verdad, no hay más propósito

¿Pero qué pasa mientras se vive?, ¿Qué pasa en ese interludio entre el nacimiento y la partida? El hombre pretende amar, ser, trabajar se pregunta siempre por la lógica del universo, por el orden del mismo y por los sucesos que le acongojan. Crea símbolos a fin de poder controlar, un poco, ese miedo natural a lo desconocido, les atribuye formas y estructuras familiares a fin de pretender un control sobre el entorno desconocido, sobre aquello en lo que no puede tener control. Hay en la naturaleza de la especie humana, una necesidad innata por clasificar todo lo que existe, a fin de apropiarse de ello, a fin de ser dueños de cualquier cosa (conocimiento, materia, seres), porque de lo que se es dueño no se puede tener temor.
La muerte es la culminación del entendimiento del absurdo, porque el hombre es realmente dichoso y vive seriamente cuando comprende su finitud y sabe que ha existido no como debe ser, sino como pudo ser y eso lo libra de una carga enorme de responsabilidades y de culpas. Es muy grato saber que en este mundo ilógico, el mismo desorden hace que nada este mal. Edipo, cuando viejo, llega a una conclusión en extremo deslumbrante y que esta llena de una comprensión de la vida claramente magnifica, el dice: “A pesar de tantas pruebas, mi avanzada edad y la grandeza de mi alma me hacen juzgar que todo esta bien” y así es, todo en el mundo es como debe ser, de nada hay que culparnos ni nada hay que permitir nos remuerda la conciencia, porque al fin y al cabo nada es malo o bueno, sólo es y nosotros le damos un significado, sobre nosotros pende no la culpa sino la responsabilidad.