Cada una de mis ilusiones se encuentran en sí,
y los sueños, aquellos que de vez en cuando los encontramos,
para olvidar a mi exilio,
el de las nubes,
cuartos pequeños…
lluvias… y recuerdo aquel estío, en aquel río,
con las nubes sobre mis pensamientos,
levanto mi mano y las toco,
al igual que aquella inclemencia toco mi aspecto,
y marco, los años, las balas y los exilios…
las noches con las prostitutas de la boca,
mis respiros y mi entrega… ahí nuevamente debajo de la luna…
aquella luna de Lorca,
la vio morir… la que vio lamentos y locuras,
borracheras y templanzas,
de aquellos sueños amargos,
hoy no existo, ni existe mi voz, mis palabras,
ni mis miradas…
todo ha vuelto de nuevo…todo esta hecho de nuevo.
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